
Tres
partidos jugados, tres ganados, nueve puntos en el campeonato
local. Ideal para un equipo que
viene “mechando” jugadores y
buscando su mejor perfil para encarar el torneo del interior.
El trabajo semanal se va
notando y el técnico Víctor Medina
mueve partido tras partido las piezas para lograr el mejor funcionamiento.
No vamos a descubrir hoy a “hombres” con experiencia y que
participaron en torneos superiores como Matías Álvarez, Carlos Hermosilla, Tomás
González, José García, Sánchez Ocaña, Carlos Lugo, Joselo Bernal, o Tomás
Petry.
Tienen probada trayectoria,
solo faltaría que puedan amalgamar la misma sintonía de juego o de lo contrario
no serán productivos.
Repasando la participación
de otros “conjuntos” posadeños en
torneos similares, podemos decir que La
Picada cuenta con “figuras”
superiores indiscutiblemente, por eso, tenemos gran expectativa de ver en su máximo
nivel a estos “valores.”
Al “tren del oeste” le resta un partido con Ex
Alumnos para posicionarse como primero en la zona 46 y poder definir en la ida y vuelta de local.
Hay un buen plan de entrenamiento que
se va notando, y todo apunta a sacarles el máximo provecho a estos “muchachos".
¡¡¡ Ojo !!!. El rendimiento individual siempre afecta
al colectivo, todo tiene que ver con todo, el futbolista puede tener
una eficiente preparación física, “encajar”
en un esquema preestablecido, pero, si lo incomodan otras cosas no logra la concentración
que debería tener.
El
cuerpo técnico podrá hacer todo el sacrificio del mundo
tratando de poner a punto a los “jugadores”,
pero si estos tienen la mirada y el pensamiento en otro lado, se transforman.
Es importante que el “dirigente” que asumió un compromiso,
cumpla en tiempo y forma, para no entrar en ese “rum rum” después de cada partido y jugar con la necesidad de
algunos que viven de esto.
La prueba de fuego para el técnico Víctor Medina.
Tuvimos
la suerte de ver y observar a innumerables técnicos y
preparadores físicos de muchos clubes en torneos de distintas envergaduras.
El criterio de los mismos varía de
punta a punta. Algunos antes de
asumir presentan la lista interminable de refuerzos.
Otros se arreglan con lo que tienen y así sucesivamente podemos
enumerar muchas situaciones que plantean los entrenadores y cuerpo técnico cuando asumen.
Algunos ganan, porque logran los
resultados, otros pierden y quedan caratulados simplemente por jugar bien, y
eso no alcanza.
A los entrenadores
se los valora en muchos casos por la obtención de algún título o ascenso que en
definitiva es la “chapa” para seguir
avanzando en esto tan difícil que es dirigir a un equipo de fútbol.
Victor Medina necesita algo de esto,
para salir de la mediocridad local y con este roce de la competencia provincial,
seguir avanzando y conociendo cosas que serán importantes para nutrirse
internamente.
Otros escenarios,
otras presiones, otros equipos que demuestran que lo que se plantea no sirvió y
hay que cambiar, reformas sobre la marcha, adecuación a los momentos, todo eso
y un bagaje de posibilidades, suman a la hora de conformar un grupo en pos de
la victoria.
Pero, es un riego muy
grande dejarlo solo a un entrenador quien tiene todo el peso sobre sus espaldas
y las miradas filosas esperando algún mínimo tropezón para “crucificarlo”.
Esta oportunidad es única, esperemos que los resultados acompañen que en definitiva es la esencia del fútbol, porque las cosas en la semana se están haciendo bien, desde lo táctico y físico, faltaría esa mano de "suerte" de existir, para que La Picada pueda ser otro equipo de Misiones en el Argentino B.
Soñar no cuesta nada.